
¿Qué es el período de adaptación?
El período de adaptación es el proceso por el cual lo desconocido se transforma en conocido. Se trata de un espacio concebido para ayudar a los niños a integrarse en forma paulatina al nuevo espacio y a esta nueva etapa de sus vidas.
¿Cuáles son sus características?
Naturalmente, la adaptación tendrá diferentes características de acuerdo a las edades de los niños (no será igual para la sala de 2 años que para la sala de 5 años). Si bien sus características también varían en cada colegio, generalmente el período de adaptación comprende entre una y dos semanas, y los horarios de permanencia son pautados (una hora el primer día, un poco más de tiempo el segundo día y así sucesivamente hasta permanecer en la sala el horario completo). La primera semana es habitual que el adulto que acompaña al niño permanezca en la sala. Luego, aunque el horario continúe siendo reducido, el adulto ya no suele quedarse dentro de la sala.
¿Para qué sirve el período de adaptación?
Según Piaget en la adaptación están siempre presentes la asimilación de lo nuevo y la acomodación de esto con lo que ya se tenía. Lo que busca la adaptación es la estabilidad entre ambas, la cual permitirá al niño aproximarse y lograr un ajuste dinámico con el medio. Aunque muchas veces pasar por este período parece ser doloroso, los niños disfrutan luego de la autonomía ganada, de la posibilidad de ampliar sus relaciones y de todo lo nuevo que se les ofrece en ese nuevo espacio. Entre otras cosas, aprenderán que los cambios no tienen por qué ser malos y esto les permitirá tener otra mirada frente al próximo. Suelen ser notables sus progresos en la forma de vincularse tanto con los adultos como con otros niños.
¿Quiénes deben acompañar a los niños en este período?
De ser posible, conviene que los primeros días los niños sean llevados y/o retirados del jardín por los papás o por alguien con un vínculo similar, para que se sientan acompañados y seguros ante el cambio.
Sería muy ingenuo pensar que los niños son los únicos que están atravesando el período de adaptación. Los docentes que los reciben también están frente a lo nuevo. Nuevas familias, nuevos alumnos, nuevas demandas. Ellos como profesionales y con la experiencia de haber atravesado esta etapa anteriormente, son los que brindan apoyo y seguridad a niños y familias. Y son las familias las que juegan el papel más importante en este proceso.
Las que con su preparación para afrontarlo y su actitud pondrán su sello en el período de adaptación. En los períodos de adaptación los niños (al igual que los adultos al enfrentar situaciones similares) suelen estar más susceptibles y vulnerables. Los adultos debemos entonces acompañar, ofreciendo ayuda y comprensión, para que los más pequeños puedan sacarle provecho a esta etapa y desarrollar capacidades que luego pondrán en juego en otras situaciones. La confianza, la seguridad, la autonomía, la socialización, se construyen y es tarea de los padres acompañarlos y darles herramientas para esa construcción.
¿Cómo pueden los adultos ayudar a sus hijos en este proceso?
Es habitual que los padres sientan temor, ansiedad, inseguridad y sentimientos de culpa por la separación. Pero sería importante que, en la medida de sus posibilidades, trabajen estos sentimientos antes para que con su actitud puedan, en ese momento, transmitir seguridad y confianza. Para que el niño pueda superar la angustia de la separación, primero la deben superar los padres, y les será más fácil si confían en el equipo docente al cual le dejan por un tiempo determinado del día a sus hijos. Por eso, antes de llevar a nuestro hijo al jardín es conveniente informarse sobre todos los aspectos que para nosotros son importantes. Cuanta más información tenemos, menos lugar dejamos a las fantasías.
Además, para ayudar a sus hijos en este proceso, los adultos deben tener en cuenta aspectos tales como:
Tratar de no prolongar las despedidas para poderle transmitir al niño que sus padres están seguros de que eso es lo mejor para él, y que su partida no es opcional, o sea, que no piense que si llora o protesta podrá evitarla.
- Intentar no introducir nuevos cambios en esta etapa, como sacar el chupete o los pañales, cambiarlo de habitación, etc.
- Estimular los logros del niño en el jardín.
- Tanto en la despedida como en el reencuentro, mostrarse alegres y comprensivos pero seguros.
- Llegar siempre a tiempo para retirarlo.
- No perder la continuidad en la asistencia.
¿Qué dificultades pueden presentarse en este período?
Este período puede traer aparejados cambios de conducta en los niños. No todos se manifiestan de la misma forma. La mayoría llora, otros no, algunos se mantienen aislados, expectantes, como observadores silenciosos, y otros, después del primer impacto, se distraen y participan de las actividades que se les ofrecen. Hay tantas reacciones como niños, y cada niño a su vez va modificando y variando sus manifestaciones a lo largo del proceso de adaptación.
¿En cuánto tiempo debe lograrse la adaptación?
No debe perderse de vista que el período de adaptación es eso, un período, que no es para siempre. Y que cuanto mejor preparados estemos, más corto y más llevadero resultará. En general, la adaptación se logra en la primera o en la segunda semana. No obstante, es sumamente importante respetar la individualidad y los tiempos de cada niño.
Las palabras claves en esta etapa son: Paciencia, tranquilidad y confianza.
La canción HOLA JARDÍN QUE TAL?, me ha inspirado para escribir esta entrada.
La recomiendo para un primer encuentro con los padres en el Jardín.
HOLA JARDÍN QUE TAL?
hola jardín que tal, que tal como te va?
cajita de sorpresas le quiero regalar
amaso con plastilina, acuno a mi bebé
juego a las escondidas y toco el cascabel
le doy un beso a mamá mua mua mua mua
también a papá mua mua mua mua
les digo hasta luego yo me quedo a jugar!
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